En las últimas décadas la alimentación en edad infantil ha sufrido un deterioro de enorme magnitud y con consecuencias catastróficas para los niños. La comida basura en la nutrición infantil, exceso de aditivos peligrosos, potencialmente cancerígenos, transgénicos en dosis irónicamente «legales» por una parte y la excesiva ingesta de proteina animal y escasa cantidad de frutas y verduras, así como la ingestión de cereales refinados procedentes de una agricultura química y la ingesta de lácteos de origen animal en cada vez más niños con intolerancia a la lactosa y la caseína, definen una situación tan delicada que ya la OMS ha dictado sentencias como la que situa a España como el segundo país del mundo en obesidad infantil.
Pocas mamás, comparando cifras relativas a décadas pasadas, dan lactancia natural a sus hijos. Y la calidad de su leche no es la adecuada a causa de la alimentación de ellas, y de una genética de los padres más degenerada que las anteriores generaciones.
No se educa a los padres en el concepto naturista de la fiebre como proceso curativo y se atiborra a niños con productos químicos muchas veces innecesarios. El otro extremo también existe : sectores pobres de población que desasisten a los niños ( población gitana que no acude a campañas de vacunación ,…).Y, por supuesto, no se tiene en cuenta la psique o alma del niño dejando al libre albedrío su razón como expresión de la sabiduría innata contenida en su alma. Así, nos encontramos niños que no desean comer carne con dos, tres, cinco o más años porque ya se halla impregnado en su alma este deseo que para la sabiduría oriental ya proviene de antes de nacer, de su vida pasada ; o de esta vida, porque pueden ser niños «índigo» o «cristal» o a causa de que en su mente ya desean una alimentación más acorde con la fisiología del ser humano que ellos son. Todos los padres deberían estudiar acerca de la psicología del niño antes de nacer.
Muchos niños se convierten en «carne de cañón» para un sistema alienante; los padres no tienen tiempo para educar a sus niños pues ellos no han podido o querido ir a una «escuela de padres» de tanta necesidad hoy en día. La televisión deforma la mente e inhibe la sabiduría innata del niño. Otra problemática se halla en que está prohibido conciliar el trabajo de los padres con la educación de los hijos. Las madres solo disponen de 16 semanas para la lactancia natural, no de 2 años como en países donde se cree que la lactancia es la clave para definir el sistema inmunitario en el futuro y la vacuna natural complementaria para patologías que surgirán.
El ser humano adulto sólo tiene dos trabajos obligatorios y fundamentales que hacer en la vida : uno es evolucionar en el plano psico-mental-espiritual y al mismo tiempo nutrir con un sano alimento el cuerpo ; y el otro : cuidar de los hijos en el plano material (con comida natural) y en el plano espiritual con el alimento sagrado (cariño, amor) hasta cierta edad ; luego son hijos de la vida . Nada más . Todo lo demás es secundario.